La lechuga «Cuatro estaciones», la zanahoria morada (o forrajera), el perejil y el ajo son los encargados de dar el pistoletazo de salida en mi balcón comestible esta temporada.
Normalmente, siembro lechuga de la variedad «Batavia» o también «Romana», pero me dejaron unas semillas ecológicas de la «Cuatro estaciones» y las sembré. Nunca la he probado (creo), así que ya comentaré qué me parece.
La zanahoria no es un cultivo que tenga mucho sentido poner en un huerto balcón, lo reconozco. Pero me encanta. Probé una vez, hace años, con una variedad de raíz muy corta y la cosecha me pareció una auténtica delicia. Lamentablemente, no he vuelto a conseguir semillas de esa variedad. Sin embargo, el año pasado, revisando catálogos de distintos productores de semillas, encontré esta llamativa zanahoria morada por fuera y blanca por dentro y no me lo pensé dos veces; las compré. Y este mes las he estrenado. Como la fecha preferente de siembra se extiende hasta mayo, sembraré dos o tres tiestos más en los próximos meses.
El perejil es una plantita de cultivo ecológico que adquirí en un herbolario allá por octubre. No solo ha sobrevivido a los fríos invernales en el exterior, sino que continuó creciendo saludable. Así que después de un buen saneamiento y una renovación de sustrato, la he pasado a un contenedor más grande.
El ajo es un intento de reciclaje total 🙂 Los últimos de una bolsa con aval de agricultura ecológica que compré hace tiempo germinaron y resultaban demasiado amargos para cocinar. ¿Qué hago con ellos?, pensé. La respuesta tardó menos de un segundo en presentarse: ¡Plantarlos, claro! Y aquí están, encargados de darle vida a dos tiestos de mi balcón comestible.

Ajos de cultivo ecológico.
Los cinco primeros contenedores ya están en marcha. ¡Qué ilusión volver a ver verde en mi huertito!