Y los pimientos siguen produciendo. Conviven con los nuevos cultivos de lechuga, acelga, rabanillos, zanahoria morada y rúcula como si estuviéramos en septiembre. ¡Viva el veroño!
La temporada de este año está resultando rara, rara, rara. Hace cerca de un mes, me levanté un domingo dispuesta a retirar las plantas que quedaban y guardar tierra y tiestos, y resultó que era un día primaveral. Me dio pena y pensé en dejarlos unos días más. Desde entonces y hasta hace un par de días, la primavera pareció haber regresado a estas latitudes. Y claro, mis pimientos siguieron produciendo a tope. Hemisferio norte. Pleno noviembre, ¿vale? Increíble.
Este es el estado de mi huerto hoy:

Cultivos nuevos: lechugas y acelgas.

Pimientos entre los cultivos nuevos. Rúcula, guisantes al fondo y rabanitos.

Acelgas, pimientos y cultivos nuevos.
Y esta es la planta de pimientos que estuvo más enferma toda el verano: no para de producir.

Una plantita valiente.
Encantada no, lo siguiente 😛