Hoy día cada vez más productos de uso habitual vienen en envases de plástico, que acaban en la basura con los consecuentes perjuicios medioambientales. Ésta me pareció una forma ideal de darles una segunda vida y al mismo tiempo intentar resolver el asunto del riego cuando me voy de vacaciones. ¿Funcionará? ¡Experimento 1 en marcha!
Cuando empiezas con tu primer huerto-balcón es bastante normal que la ansiedad por verlo repleto de plantitas te lleve a sembrar o a plantar en exceso. No pasa nada por «emocionarse», es una clase de emoción súper bonita. De todas formas, no vas a tardar en darte cuenta de que lleva tiempo atender muchos cultivos y de que aunque no se presenten enfermedades, el riego puede convertirse en un dolor de cabeza. Y menudo dolor de cabeza. Llevo varias temporadas indagando sobre el tema, hablaré de ello en próximas entradas, y a pesar de que voy resolviendo el riego en períodos de ausencia cada vez mejor, todavía no he encontrado LA solución idónea para mi balcón comestible y mi filosofía.
¿Qué significa solución idónea en este caso? Una que cumpla las 3R (reducir, reciclar, reutilizar) y contribuya a que mi balcón comestible sea sostenible. Siempre busco acercarme lo más posible a esta definición en cada nuevo proyecto.
Ésta que, por cierto, no es de mi cosecha, me pareció súper creativa. Cumple mi filosofía y si funciona… ¡Daré saltos de alegría! 😉
Experimento 1: Botellas recicladas en maceta de autoriego con cultivo de cebolla a partir de bulbo.
Objetivo: 1) probar método de autoriego y 2) probar si el tamaño del contenedor soporta el cultivo de hortalizas de raíz.
Inicio: 26 abril 2015
Sustrato: tierra para huerto urbano marca «Batle».
Plantación: 3 macetas de autoriego, 1 bulbo por maceta.

Trasplante en macetas de autoriego. 26/4/15.
Así están las cebollitas casi un mes después:
Comentarios:
- Hasta ahora he mantenido las tres macetas a cubierto, en una pequeña terraza acristalada muy luminosa, junto a mis aromáticas para controlarlo más de cerca. La cebolla es un cultivo que se desarrolla mejor en lugar soleado, así que ahora veremos cómo le sienta estar al aire libre, en mi balcón comestible.
- Mi experiencia hasta el momento es positiva, pero habrá que ver si el cultivo llega a buen puerto, que es lo importante. Durante este período he estado fuera en dos ocasiones, sin que las plantas se vieran afectadas en absoluto. Cada contenedor carga medio litro de agua (sin rebalsar), lo cual, en este caso, sostiene las necesidades de la planta alrededor de diez días, dependiendo de las condiciones ambientales. Menos, claro, si está en el exterior. De todas formas, no está nada mal para un simple botella de gaseosa cuyo destino original es acabar en la basura.
- Seguiré compartiendo notas sobre la evolución del experimento.
- Aquí te dejo el vídeo de Luz Mireya, que explica cómo adaptar la botella para convertirla en una maceta de autoriego.
¡Hasta la próxima!