Hace años que pienso en darle a mi balcón comestible su propio blog, pero por una cosa u otra, el proyecto se quedaba en el tintero, pero ya estamos aquí y para empezar, he pensado que sería buena idea, mostrar un contraste; cómo estaban las cosas hace unas semanas cuando hice los primeros trasplantes, y cómo están ahora.
Ya habrá tiempo de hablar de experimentos e ideas en detalle, de ponerle ‘chicha’ a esta bitácora (administro otros blogs y se me hace rarísimo ver este sin categorías, sin más páginas que «Acerca de…», tan ‘desértico’), ahora te dejo con dos imágenes de mi huerto balcón de Madrid.

Marzo-Abril 2015. Vista parcial del sector A y sector B.

Mayo 2015. Vista parcial sector A y B.
Menudo cambio, ¿a qué sí? Estoy bastante satisfecha con la evolución de los distintos cultivos, a pesar de que no todos los trasplantes han salido adelante. Tenía más plantitas que lugar donde ponerlas y la elección estaba entre ponerlas a compostar (ya había regalado todas las que había podido) o «superpoblar» algunos tiestos. Opté por lo segundo. Algunas se salvaron; la mayoría no. Cosas que pasan.
Si has llegado a este blog es porque el tema te interesa, así que ¿cuál es el mensaje de esta entrada? La horticultura de balcón (o de maceta, como también se la llama) es una de las actividades más desestresantes y gratificantes que conozco. Da igual de qué espacio dispongas o cuánto sepas del tema. Todo es cuestión de empezar.
¡Hasta la próxima!